Unicaja sufre para tumbar a un Movistar Estudiantes mermado por las bajas (72-80)

La lógica dice que ante un equipo que está en una situación peor que la tuya y con sus dos estrellas lesionadas no deberías tener muchos problemas para ganar, pero esto es baloncesto y en cancha ajena la victoria se vende cara, aun así los cajistas hicieron su trabajo, a pesar de que hubo varios momentos de duda y de histeria colectiva donde los locales se vinieron arriba. Sin embargo, Estudiantes acusó las bajas y la corta rotación, lo que permitió a los malagueños controlar el encuentro y gestionar la ventaja hasta los instantes finales para sumar la primera victoria liguera a domicilio en este 2019 frenando la caída en la tabla y manteniendo la esperanza de un posible cuarto puesto para ganar el factor cancha

Un inicio típico de esta temporada, confiarlo todo al acierto exterior y en especial a Wiltjer, que ayer sí tuvo el día y le dio las primeras ventajas a Unicaja, aunque los estudiantiles respondieron de la mano de Shayne Whittington que asumió galones para intentar tirar del carro en el conjunto madrileño, ganándole la partida a Shermadini que no fue capaz de frenarlo cuando el pivot local se fajaba en la zona, lo que dejaba máxima igualdad al termino del primer cuarto, con empate a 21.

En el segundo cuarto, Unicaja, empeoró en su serie de tiro exterior, volviendo a ser ese equipo sin mucha idea en ataque, aunque ahí volvieron a aparecer los pivots, que sacaron ventaja en gran parte del encuentro, manteniendo a Unicaja en el partido y dándole dos puntos de ventaja al descanso, pero sin llegar a dominar y, ni mucho menos, con la seguridad de estar controlando el partido, ya que Estudiantes había demostrado que no iba a dar su brazo a torcer y Unicaja no tenía la suficiente claridad en ataque como para presuponer una victoria (40-42).

La igualdad continuó en el tercer cuarto, Estudiantes lo daba todo para mantenerse en el encuentro, mientras que a los hombres de Casimiro les bastaba con estar con cuatro o cinco puntos de ventaja, aunque en los últimos minutos, y arropados por su público, los locales subieron una marcha, aunque las bajas le pasaron factura al conjunto madrileño, y lo que pudo ser una remontada se quedó en el intento, encarando el ultimo cuarto con 3 puntos de desventaja, pero faltos de energía (58-61).

Unicaja dio el hachazo definitivo en el último cuarto, llegando a estar 12 arriba, con un par de triples y el problema de faltas en los interiores locales, que eran los que estaban manteniendo a Estudiantes en el encuentro, los malagueños controlaron el encuentro hasta el pitido final y, aunque al conjunto estudiantil le queda un último empujón por dar, aprovechando las dudas de los hombres de verde, no tuvieron tiempo de acercarse en el marcador, cediendo la victoria ante el conjunto malagueño que conquista su primer triunfo liguero fuera del Carpena en este 2019 (72-80).

La victoria es importante, no cabe duda de ello, pero la alegría del triunfo no debe nublar el juicio a la hora de analizar un encuentro en el que Unicaja iba a hacer frente a un equipo inferior y mermado por las lesiones, lo que demuestra la falta de confianza que tiene el equipo. Hay jugadores que han de recuperar sensaciones, porque no es normal que tiradores consumados fallen tiros claros liberados, pero el tiempo para coger confianza de nuevo es un lujo que escasea, la temporada se acaba y vienen los playoffs, siempre inmisericordes con aquellos que llegan flojos o faltos de preparación. Solo  quedan cuatro partidos, dos de ellos en casa, ganarlos es importante, pero aun mas importante me parece que recuperemos la identidad de este equipo y que demostremos que no está en nuestros planes ser un «corderito» sin peligro en las fases eliminatorias.

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